No cabe la menor duda del importante papel que juegan las administraciones públicas en el impulso a la creación de empleo a nivel nacional, pero en mayor medida a nivel regional.

Y no es que estemos en una sociedad intervenida, sino que en nuestra sociedad liberal se tiene que buscar el equilibrio entre la recaudación y las ayudas para intentar conseguir el mayor bienestar posible donde el pleno empleo en España es una utopía que parece inalcanzable.

Regiones como Castilla La Mancha y Andalucía lideran la creación de empleo, Según los datos de la Encuesta de Población Activa, bajando impuestos y controlando el gasto, consiguiendo así atraer el flujo de inversiones.

Otra forma de gobernar una región, es aportando a la sociedad civil debates que no siempre están al orden del día o no siempre son afortunados como por ejemplo los temas lingüísticos o la regulación del turismo con muchas luces y sombras lo que hace que Baleares, Canarias y Cataluña tengan más personas en el paro.  

Al igual que en la sociedad, el movimiento por la paridad es evolutivo y constante, no sería descabellado que esta paridad llegara a todos los estamentos públicos obligando a los equipos dirigentes a compartir el perfil político con el perfil técnico con lo que todos ganaríamos, incluso confianza en nuestros políticos.